Juhani Pallasmaa habla de que la arquitectura tiene que ser
multisensorial, dando a entender que la arquitectura debe de poderse apreciar o
experimentar con todos nuestros sentidos, debe de haber esta interacción constante
entre el emisor (arquitectura) y el receptor (usuario) lo cual lo considero muy
cierto porque, como ya dije en alguna otra reflexión de este blog, la
arquitectura me parece que debe de brindar un cierto encanto y lo debe de
conservar, y ese encanto se puede lograr cuando el arquitecto va a un nivel más
profundo de la arquitectura que es este aspecto de los sentimientos.
También mencionó un aspecto que me llamo mucho la atención y
que se refiere a que la arquitectura fortalece el sentido de cada uno de ser en
el mundo. Aunque al principio me pareció absurdo el comentario, realmente la
buena arquitectura al hacer uso de los sentimientos nos ayuda a los seres
humanos a poder apreciar nuestro entorno, a poder reconocernos a nosotros
mismos, sabernos humanos, reconocernos en tal lugar, en tal momento, pero
aunque todo esto sea cierto, el poder fortalecer este ‘yo’ depende mucho de la
persona y del trabajo que haga consigo mismo, pues dudo mucho que toda la gente
pueda entrar en ciertos niveles de profundidad, de reflexión, etc.