La lectura “Escritos” de Alberto Giacometti me recordó mi
clase de dibujo de hace dos semanas en las que tratábamos el tema de
perspectiva y punto de fuga que hasta el momento, desde el siglo XIV y XV es la
forma o el método más exacto de representar lo que vemos, tanto en una foto
como en un dibujo. Precisamente estábamos aprendiendo a sacar medidas
aproximadas con el lápiz y empezábamos a plasmarlas en el papel, a final de
cuentas quedaba un dibujo representando lo que veía desde el punto donde me
encontraba sentado.
Me llama la atención que Giacometti comente que a partir de su
análisis de las fotos, él ya no ve el mundo, específicamente hablando de las
personas, en su tamaño natural debido a que entre más cerca te encuentres de
ellas más grande será su tamaño y entre más lejos, pues más pequeño y con esto
concluye que uno ya no es el mismo a 10 que a 3 metros. Pienso que obviamente
no es lo mismo visualmente, pero aunque no se vea de igual forma, esa persona u
objeto tiene una medida real, un cierto grosor y definitivo que lo hace ser lo
que es.
En sí, la lectura aborda el tema de la perspectiva, del
punto de fuga que se representa en un plano. Si el hombre siguiera dibujando
sin tomar en cuenta las sombras, texturas, el punto de fuga, todos estos
elementos que dan una idea de la realidad, seguiríamos teniendo esa vocecita en
nuestra mente o ese sentido de desacuerdo en el que lo que tratamos de plasmar
no se parece a lo que vemos en la vida real, como se ve en la vida real.
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